El itinerario lleva al caminante por antiguas sendas y pistas a conocer las proximidades de Bossòst, pudiendo disfrutar de un hermoso paisaje con vegatción variada, típica del piso ontano; avellanos, robles, alisos, arces y de camino al Portilhon, bosques de haya y abeto blanco, con excelentes vistas del Tuc dera Entecada y el Tuc de Miedia y sobre Bossòst de la Sèrra deth Montlude.
Se sale del patio de la torre de la Glèisa de Sta. Maria de Bossòst y se sube por la calle Sant Joan Crisòstom se atraviesa el pueblo, hacia a la montaña por estrechas calles hasta llegar a la “capella de St. Joan Crisòstom”. Se continúa hasta una bifurcación con indicador y se toma la dirección ” Itinerario de Saubaga” junto al barranco de Casteràs. Siguiendo cuesta arriba, se abandona la pista seguri de frente por un sendero poco evidente entre el prado y el barranco, llegando poco después a una senda más definida. En la próxima bifurcación se va a la izquierda por un camino empedrado y un bosque de avellanos. Se suaviza el ascenso al cambiar de vertiente y el camino se ensancha. Tras varios barrancos y bordas rehabilitadas se llega al cruce con las pista forestal que viene del Portilhon. Se toma la pista a la izquierda y se siguen los indicadores y el PR. Empieza un descenso suave hasta el cruce que indica ” Camin de Saubaga, Bossòst”. Se continúa por dicha senda que baja empinada por un talud ( atención en primavera y otoño) y llega a la carretera del Portilhon que se abordará por dos veces. Se recupera la senda a mano izquierda siguiendo las marcas de PR que llevan, tras cruzar el barranco de Samorera de nuevo al pueblo de Bossòst.
En la población de Bossòst es obligado el paseo por sus agradables y acogedoras calles y comercios. La visita a la iglesia románica de Sta. Maria de Bossòst (s.XII) una de las más bellas muestras de puro estilo románico aranés.
Alrededor de Bossòst se pueden encontrar 6 ermitas ( antiguamente 7). Según la tradición, fueron construidas para preservar a la población de las epidemias del cólera y la peste. Cruzando el río Garona se encuentra el antiguo ” bocart” o lavadero de mineral. El mineral en bruto se transportaba mediante un sistema teleférico por cable aéreo, con una caída de 610m de desnivel y un recorrido de 2.200m de distancia, procedente de Mina Victòria.
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