Puigmal

Puigmal

El Puigmal es la cuarta elevación de la Cerdanya y una de las cuatro montañas de esta comarca que superan los 2.900 m. También es el pico más alto del Ripollès. Por esta razón, su cimall es muy frecuentado por los montañeros que suben tanto por la vertiente de la Cerdanya como por el del Ripollès

 

Salimos del último aparcamiento habilidad de la desaparecida estación de esquí del Puigmal y siguiendo el tramo de carretera asfaltada hasta un edificio de tratamiento de aguas. A partir de aquí dejamos el asfalto y continuamos por una estrecha pista de tierra, rodeada de matorrales de piorno, que nos lleva a cruzar el riego de Aiguaneix. Lo cruzamos y seguimos por una pendiente de hierba hasta que encontramos una pista.

 

En este punto clave, en lugar de seguir el curso del río, torcemos a la derecha y enseguida vemos una gran piedra señalizada que nos muestra el camino al Puigmal. Iniciamos la subida (S), súbita, serpenteando entre matorrales de rododendro y siguiendo las marcas de pintura amarilla. Al final de esta subida, encontramos un plan. Aquí tenemos que girar hacia el este y subir por una fuerte pendiente con suelo descompuesto hasta salir a una explanada de hierba.

 

Desde esta zona más llana, iniciamos una travesía en diagonal, pasamos junto a una cabaña en ruinas (1 h), y nos dirigimos hacia el sur para ir a encontrar el visible Clot de la Patera. Cuando llegamos, encontramos la ancha senda que proviene de la Tossa del Paso del Ladrones a la derecha. Nosotros, sin embargo, empezamos a subir hacia la izquierda por un camino descompuesto y vertical. Más arriba, el itinerario penetra dentro de un caos rocoso, donde la nieve perdura hasta bien entrada la primavera. Varios senderos cruzan este pedregal, pero todos van a parar a la cresta de la montaña (uno y cuarenta y cinco horas).

 

Cuando salimos a la cresta, ya vemos los paisajes ondulados del Ripollès. Ahora tenemos que seguir a la derecha (E), a través de la senda que sigue por el lomo cimero y llega a la base de un cerro pedregoso. Superamos este cerro y llegamos a su parte más alta, desde donde ya divisamos la cima del Puigmal. Nos dirigimos atravesando por una zona de piedras planas y llegamos a la cruz y en la cima del dificultades, la cima del Puigmal (2.911 m, 2h), donde también encontramos una placa con un fragmento de Canigó , la obra del insigne Jacint Verdaguer


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  • El Puigmal es la cuarta elevación de la Cerdanya y una de las cuatro montañas de esta comarca que superan los 2.900 m. También es el pico más alto del Ripollès. Por esta razón, su cimall es muy frecuentado por los montañeros que suben tanto por la vertiente de la Cerdanya como por el del Ripollès

     

    Salimos del último aparcamiento habilidad de la desaparecida estación de esquí del Puigmal y siguiendo el tramo de carretera asfaltada hasta un edificio de tratamiento de aguas. A partir de aquí dejamos el asfalto y continuamos por una estrecha pista de tierra, rodeada de matorrales de piorno, que nos lleva a cruzar el riego de Aiguaneix. Lo cruzamos y seguimos por una pendiente de hierba hasta que encontramos una pista.

     

    En este punto clave, en lugar de seguir el curso del río, torcemos a la derecha y enseguida vemos una gran piedra señalizada que nos muestra el camino al Puigmal. Iniciamos la subida (S), súbita, serpenteando entre matorrales de rododendro y siguiendo las marcas de pintura amarilla. Al final de esta subida, encontramos un plan. Aquí tenemos que girar hacia el este y subir por una fuerte pendiente con suelo descompuesto hasta salir a una explanada de hierba.

     

    Desde esta zona más llana, iniciamos una travesía en diagonal, pasamos junto a una cabaña en ruinas (1 h), y nos dirigimos hacia el sur para ir a encontrar el visible Clot de la Patera. Cuando llegamos, encontramos la ancha senda que proviene de la Tossa del Paso del Ladrones a la derecha. Nosotros, sin embargo, empezamos a subir hacia la izquierda por un camino descompuesto y vertical. Más arriba, el itinerario penetra dentro de un caos rocoso, donde la nieve perdura hasta bien entrada la primavera. Varios senderos cruzan este pedregal, pero todos van a parar a la cresta de la montaña (uno y cuarenta y cinco horas).

     

    Cuando salimos a la cresta, ya vemos los paisajes ondulados del Ripollès. Ahora tenemos que seguir a la derecha (E), a través de la senda que sigue por el lomo cimero y llega a la base de un cerro pedregoso. Superamos este cerro y llegamos a su parte más alta, desde donde ya divisamos la cima del Puigmal. Nos dirigimos atravesando por una zona de piedras planas y llegamos a la cruz y en la cima del dificultades, la cima del Puigmal (2.911 m, 2h), donde también encontramos una placa con un fragmento de Canigó , la obra del insigne Jacint Verdaguer

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