Itinerario variado que permite conocer el entorno de Vielha, pasando por Vilac y Gausac. Pudiendo observar grandes contrastes como: la zona industrial en el linde del bosque, la disparidad de las iglesias de Mijaran o la armoniosa fusión de gótico y románico en las iglesias de Vilac y Gausac. Pueblos, en los que se recomienda el paseo por sus empinadas callejuelas para descubrir los rincones de encanto que esconden. El caminante podrá saborear una de las más bellas panorámicas de montaña del valle y la paz de los senderos bajo el murmullo del río Garona, cerca pero lejos, del tráfico y del bullicio.
Desde el Ayuntamiento de Vielha se cruza el puente del Arriu Nere para bajar por el Passeig dera Libertat, cruzar el río y la Avda. Garona y subir por el Carrèr de Sascumes, siguiendo las marcas de GR. Se dejan las últimas casas para entrar en un sendero estrecho que pasa junto a la torre eléctrica. Continúa flaqueando hasta convertirse en una senda más ancha que llega y bordea el núcleo de Santa Gemma. Tras varios cobertizos de ganado se llega al cruce con una pista asfaltada. Se pasa el Barranc de Salient y se llega al núcleo de Vilac por la calle Sant Blas hasta Glèisa de Sant Félix. Se baja por el Carrèr dera Còsta hasta la carretera local, atajándola dos veces, hasta llegar a la rotonda. Cruzada la N-230 se anda 200m dirección Bossòst y se cruza el río Garona por el Pònt de Beussa, dónde se gira a la izquierda por el GR dirección Vielha, por un sendero acondicionado con troncos, en un bosque de chopos y avellanos junto el Garona hasta un camino ancho que se toma a la izquierda y deja en la carretera de Gausac. Se sube por ésta y luego por la calle empinada con escalones que sale del lado opuesto a la Glèisa de Sant Martin, que lleva a conocer el pueblo de Gausac. A la vuelta se baja por dicha carretera hasta la rotonda y por la Avda. Castièro hasta el punto de partida.
Antes de cruzar el río Salient se puede observar un antiguo molino de harina. La plaza de la iglesia de Villac fue el patio de armas de una antigua fortaleza con la particularidad de ser el único en la zona en forma triangular. En el pórtico de entrada de la iglesia de Sant Martin de Gausac se pueden descubrir varias figuras y un Cristo, románicos, reaprovechados, en el pórtico de entrada, que es gótico. En su interior se encuentra una capucha de madera policromada, única en el valle, que cubre una pila bautismal románica. Antaño, todas las pilas tenían algún tipo de cubierta para proteger el agua, que era la misma todo el año.
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