Es un placentero paseo entre Aubèrt y Era Bordeta, que recorre parte del “Camin Reiau”, por la base del Sarrat de Gèles y el inicio del bosque de Varicauba hasta el pueblo de Es Bòrdes y una vez cruzado el río Joeu, por la base del Serrat dera Entecada. Con vegetación tipíca de ribera y bosque de pinos, abetos y avellanos… También destacan: el boj, los musgos y mucha diversidad de flores y plantas que varían en función de la época. El agua de los barrancos abastece el Garona transformada en cascadas. La naturaleza, alterna con otros recursos del valle como los campings, la energía hidroeléctrica, la ganadería o la carpintería.
El inicio es en Aubèrt, en el aparcamiento del área de picnic una vez se ha cruzado el río Garona. Se sigue en la dirección que baja el río por la pista asfaltada. En la bifurcación, el rótulo invita a ir a la derecha, por el “Camin Reiau” y GR-211-1. Camino cómodo por pista de tierra durante todo el trayecto. Se deja a mano derecha Eth Pònt d’Arròs, junto a un primer camping. Se entra a Es Bòrdes, donde se puede calmar la sed en cualquiera de sus fuentes. Se atraviesa el pueblo, siguiendo las indicaciones y, tras una fuerte bajada, se cruza el puente de piedra sobre el río Joeu. Llaneando, se pasa por zonas de prados y un antiguo lavadero cubierto. Otros campings indican la proximidad a Era Bordeta. Se cruza el río Garona por el puente que lleva a la N-230 y se llega al punto de destino.
El Camin Reiau es un antiguo camino, posiblemente utilizado en época romana, que venía desde Tolouse, atravesaba la Val d’Aran hasta el Pòrt de la Bonaigua y llegaba hasta Tarragona. En el pequeño montículo junto al pueblo de Es Bòrdes, lugar estratégico, estaba ubicada la fortaleza deth Castèth Leon, que fue construida en el 1283 y era la sede del gobernador de Aran. A los pies de esta fortaleza se fue construyendo el pueblo de Es Bòrdes. En el s.XVIII sufrió un duro asedio, siendo quemado y destruido. Un arbusto característico de esta ruta es el boj (buxus sempervirens), de madera muy dura, densa y homogénea se emplea para hacer gravados, pipas, útiles de cocina o instrumentos de viento. Es una planta medicinal pero muy tóxica. Es muy utilizado en el arte topiario, que consiste en darle diversas formas recortándolos, como ornamento para jardines.
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